“Ya hay una producción un poco más alta de la que había hace
15 o 20 años, pero no es suficiente ahora hay que distribuir y exhibir”
Por Mario Galindo
La tarde noche del lunes 28 de noviembre en el marco del
XV Seminario Internacional Comunicación y Sociedad, unos de los fundadores de
la revista que dio el nombre a este encuentro anual, el Dr. Enrique Sánchez
Ruiz, señaló que el proteccionismo del gobierno estadounidense hacia sus casas
productoras sumado a la concentración del material cinematográfico en unas
cuantas empresas de distribución son las principales causas del estancamiento y
decadencia del Cine Mexicano.
Cartel del XV Seminario Comunicación y Sociedad |
Tras la proyección de la película Allá en el rancho grande (1936) se da inicio al llamado Cine de Oro
mexicano que fue auspiciado por el gobierno estadounidense, al igual que los
largometrajes españoles y argentinos, durante
la II Guerra Mundial como una nueva forma de realizar cine, ya que sus casas
productoras se vieron afectadas severamente por el conflicto bélico.
Sin embrago con la llegada de la década de los 70´s es
retirado el apoyo estadounidense al Cine Mexicano que sigue produciendo con su
propia dinámica lo que marca el inicio de la crisis, situación por la cual el
estado mexicano decide aplicar un nuevo modelo estatista de desarrollo con la
creación del CONACINE.
A pesar de que durante esa década el Cine Mexicano sufría
de un severo control de contenidos en especial en el ámbito político, para el
crítico español Emilio García Riera estéticamente hablando, es la mejor época
de la cinematografía mexicana.
La crisis económica que afecto a nuestro país durante los
sexenios siguientes ocasionó la declinación del modelo estatista con la llamada
privatización mediática. La venta de Imevisión, los Estudios Churubusco, entre
otras empresas y la desaparición de los mecanismos de distribución estatales
ocasionaron un descenso considerable en la producción del Cine Mexicano, pues
de una y proyección de 100 películas nacionales anuales durante los 80’s el número se redujo continuamente hasta
llegar a nueve por año en 1997.
El llamado Cine de Ficheras que se desarrollo durante la
segunda mitad de los 70’s y la década de los 80´s enmarca la severa crisis de
la industria cinéfila nacional pues “esa realidad mexicana que se mostraba era
demasiado burda ya que el poco éxito comercial de esas películas definitivamente
no aportó nada a la cultura, ni siquiera a reflejar algo de la cotidianeidad de
las clases bajas, pues se proyectaba un folklore rebajadito de lo mexicano” declaró
Enrique Sánchez que no duda que “ese
cine se pudo haber hecho con un poquito de mejor gusto, mas estéticamente”
Sánchez Ruiz enfatizó en aplicación de nuevas políticas
públicas que erradiquen la concentración del
material cinematográfico en unas cuentas empresas “Que los circuitos de distribución
no estén controlados por unas cuantas empresas pues la industria estadounidense
que controla todo el ámbito cinematográfico en Latinoamérica sólo distribuye lo
que quiere y hace que nuestro cine no fluya” señaló.
En general nuestro país carece de políticas públicas que fomenten
el Cine Mexicano y quiten el poder de mercado al desmontar esa concentración del material de
las llamadas “mayors” que conforman la MotionPicture Association of America, uno de los cabilderos más fuertes del mundo
que es capaz de doblegar a su propio gobierno.
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